Cada año se registra un promedio de entre 35 y 50 muertes dentro de las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo Metro, pero el número de personas que atentan contra su vida es mayor
Cada día, en la Ciudad de México se transportan en metro millones de pasajeros a lo largo de sus 12 líneas, lo que lo convierte en una de las redes ferroviarias más importantes de la capital. Sin embargo, en algunas ocasiones los pasajeros que lo usan no lo hacen para trasladarse a un lugar en específico, sino para atentar contra su vida.
A lo largo de este 2022, el Sistema de Transporte Colectivo (STC) informó en múltiples ocasiones sobre la suspensión temporal de su servicio debido a que alguien se había arrojado a las vías. Lo anterior, además de afectar la marcha de los trenes, también tiene un impacto psicológico en los usuariosy el conductor del convoy involucrado.
Es por ello que se ha implementado el programa “Salvemos Vidas”, con la finalidad de disuadir a las personas que presenten una crisis emocional dentro de las instalaciones del Metro y muestren intenciones de atentar contra su vida.
Gracias a ese programa, a lo largo del año en curso se evitó que poco más de 100 usuarios “con ideación suicida” se arrojaran al paso del tren. Fue mediante técnicas de persuasión que personal del Metro invitaba a dichos pasajeros a desistir de su intento, para posteriormente brindarles atención psicológica.
Así lo dio a conocer el Metro capitalino a través de un comunicado, aunque no detallaron en qué líneas o estacionesse presentaron el mayor número de casos. “De enero a diciembre 2022, a través del programa “Salvemos Vidas” se logró la disuasión y contención psicológica a 108 usuarios que expresaron la intención de atentar contra su vida”, se informó.
Salvemos Vidas
Dicho programa fue creado en agosto de 2016 y desde esa fecha 547 personas han recibido atención ante posibles riesgos de un acto suicida. En estas acciones participaron efectivos de seguridad encargados de la vigilancia de los andenes, así como personal de transportación, atención al usuario y salud del Metro.
Cuando un pasajero presenta una crisis emocional, lo primero que se hace es activar el protocolo de Actuación ante Situación de Riesgo de Acto Suicida, mientras que los efectivos de vigilancia realizan el primer acercamiento y establecen diálogo con el usuario. Posteriormente se da aviso a la piscóloga titular del programa para que intervenga y, de ser posible, se contacta a los familiares directos del afectado.
En caso de que la persona disuadida requiera atención psicológica y psiquiátrica, se cuenta con la colaboración directa del hospital Fray Bernardino Álvarez para que personal especializado le dé seguimiento al usuario.
Estos casos son catalogados como un “hecho relevante”, lo que también implica el desalojo del tren en cuestión y el retiro del conductor para iniciar con un tratamiento psicológico, el cual puede durar un par de semanas, según el grado de afectación.