Redacción
Dinamarca es una de las selecciones europeas en pie de guerra. Firmó un comunicado conjunto con las federaciones de Bélgica, Suiza, Gales, Inglaterra, Países Bajos y Alemania bajo la órbita del “Grupo de Trabajo de Derechos Humanos de la UEFA para la Copa Mundial de la FIFA 2022″. El tono es confrontativo y obedece a la prohibición de usar el brazalete de capitán de la campaña One Love: “Estamos muy frustrados por la decisión de la FIFA, que creemos que no tiene precedentes”. La disputa volvió a escalar con las declaraciones del presidente de la federación danesa de fútbol, Jesper Møller, y una insinuación controversial: el deseo de abandonar la FIFA.
“No es una decisión que se haya tomado ahora. Hace tiempo que lo tenemos claro. Lo hemos estado discutiendo en la región nórdica desde agosto”, expresó el máximo directivo escandinavo. La coyuntura teje un escenario de tensión progresiva entre las potencias europeas y la conducción del ente rector del fútbol global. Møller reveló: “Lo hemos vuelto a pensar ahora. Me imagino que puede haber desafíos si Dinamarca se va sola. Tenemos que pensar en la cuestión de cómo restaurar la confianza en la FIFA. Debemos evaluar lo que ha sucedido y luego debemos crear una estrategia, también con nuestros colegas nórdicos”.
La controversia precede a la polémica por el brazalete. El Mundial de Qatar 2022 intensificó la disputa. Dinamarca ya había hecho público sus disgustos con las políticas de inclusión y en materia de derechos humanos del país anfitrión y, por añadidura, con la complicidad de la FIFA. El primero obedece a su equipación. El anuncio de su nueva indumentaria evidenciaba una posición: “Con las nuevas camisetas de la selección danesa hemos querido enviar un doble mensaje. No sólo se inspiran en la Eurocopa 92, rindiendo homenaje al mayor éxito futbolístico de Dinamarca, sino que es también una protesta contra Qatar y su historial con relación a los derechos humanos”, señaló la marca Hummel a través de las redes sociales en septiembre del actual año.
“Por este motivo hemos atenuado todos los detalles de las nuevas camisetas de Dinamarca para el Mundial, incluido nuestro logotipo y los icónicos ‘chevrons’ -los galones en forma de uve característicos en los diseños de la firma-. No queremos ser visibles durante un torneo que ha costado la vida a miles de personas”, indicó la compañía y agregó: “Apoyamos a la selección danesa hasta el final, pero eso no es lo mismo que apoyar a Qatar como país anfitrión. Creemos que el deporte debe unir a la gente y cuando no lo hace queremos hacer una declaración”.
Usó una camiseta íntegramente roja en el debut contra Túnez (el primero cero a cero del Mundial). Tiene una alternativa con una tonalidad completa blanca. Y la tercera es negra por algo: “El color del luto. El color perfecto para la tercera camiseta de Dinamarca para el Mundial de este año. Queremos hacer una declaración sobre el historial de derechos humanos de Catar y el trato que da a los trabajadores inmigrantes que han construido los estadios del Mundial”, concluyó el mensaje de la marca deportiva.
El segundo mensaje que elevó Dinamarca fue un detalle que lució la ex primera ministra Helle Thorning-Schmidt en el duelo ante Túnez: llevó un brazalete arco iris para protestar por la postura de Qatar en materia de derechos LGBTQ.
La polémica tiene como horizonte el 16 de marzo de 2023, la fecha en la que concluye el primer mandato de Gianni Infantino al mando de la FIFA. El italiano se presentará sin oposición para un tercera presidencia como jefe del organismo rector del fútbol mundial. En el 73º Congreso de la FIFA en Kigali, Ruanda, quedará renovada su gestión. “Hay elecciones presidenciales en la FIFA -acotó Jesper Møller-. Hay 211 países en la FIFA y tengo entendido que el presidente actual tiene declaraciones de apoyo de 207 países. Dinamarca no está entre esos países. Y no lo vamos a estar”.
“Esta situación es bastante extraordinaria. No solo estoy decepcionado, estoy enfadado. Que los jugadores tengan que exponerse a esto es completamente inaceptable. Tenemos que responder a ello”, expresó Møller en la conferencia de prensa del miércoles. Luego de que las declaraciones replicaran con virulencia en los medios europeos, el jefe de comunicación de la federación belga, Jakob Hoejer, intentó suavizar el tono de las valoraciones del presidente: “Algunos medios de comunicación han dado a entender erróneamente que la DBU se retirará de la FIFA. Eso no se dijo en la rueda de prensa. Somos críticos y no estamos satisfechos y no votaremos al actual presidente de la FIFA. Discutiremos otras acciones con nuestros colegas nórdicos y europeos”, dijo según aportó la agencia Reuters.
Dinamarca no será el único país europeo que no acompañará la reelección de Infantino. Alemania ya hizo público que tampoco lo apoyará. El presidente de la Federación Alemana de Fútbol, Bernd Neuendorf, dijo que esperaba que Infantino mostrara “una mayor consideración por los derechos humanos y un mayor compromiso con los asuntos humanitarios”.
Y ayer, la federación del fútbol belga emitió un comunicado igual de sugerente. Devino de un nuevo veto de la FIFA: la prohibición de portar una palabra escrita en muchos colores en la zona del cuello de la parte posterior del segundo equipamiento belga. Donde dice “Love”, “amor” en inglés, no deberá haber nada. “El diseño de la camiseta se realizó inspirándose en los célebres fuegos artificiales de Tomorrowland y representa los valores comunes de diversidad, igualdad e inclusión”, anunciaron en su presentación. Esta decisión, potenciada con la polémica del brazalete One Love, inspiró una respuesta de las autoridades belgas: “El KBVB, junto con los demás países implicados, examinará de forma crítica su relación con la FIFA en el próximo periodo”.