*Acusa a sistema judicial de machista
Un Juez de Control sentenció a Alina Mariel Narcizo Tehuaxtle, una oficial de la Policía Municipal en Tijuana, a 45 años en prisión además del pago de casi medio millón de pesos por haber asesinado a su agresor, su pareja y también elementos de la misma corporación, mientras él la golpeaba.
Al finalizar la lectura de la sentencia, la joven pidió el uso de la palabra para dirigirse al juez y a los agentes del Ministerio Público que la acusaron del delito de homicidio calificado con ventaja, a quienes agradeció la posibilidad de que a través de su caso se exhiba el machismo que existe dentro del sistema de justicia.
A pasar casi medio siglo en la cárcel donde se encuentra recluida desde diciembre de 2019, luego de ser arrestada tras disparar en cinco ocasiones en contra de Luis Rodrigo “N”, también policía de la misma corporación donde fue supervisor.
“Agradezco a la fiscalía y a este juzgador que abonaron a mi teoría de que este sistema machista favorece a los hombres”, lamentó.
“El machismo hizo escarnio en mí”: Alina
Durante las audiencias para el desahogo de pruebas la fiscalía y la defensa presentaron testimonios y documentos; entre ellos dos certificados de integridad del penal La Mesa y de la misma fiscalía en la que se documentaron las lesiones que tenía Narcizo Tehuaxtle: frente hinchada, sangre seca en labios, moretes en brazos, un cachete, un seno y tórax, además de marcas en el cuello, de acuerdo con uno de los médicos, por estrangulamiento.
Aunque la Fiscalía General del Estado (FGE) pidió la pena máxima en contra de la joven ex oficial, la cual era de 60 años por el delito de homicidio calificado con ventaja y la reparación del daño por una suma de 428 mil pesos, el juez decidió que fueran 45 años al considerar que se trataba de una sanción mediana.
Así fue el ataque contra Alina
Alina tomó la pistola le apuntó con las dos manos y llorando le pidió que la dejara salir pero él no lo hizo. Luis Rodrigo, policía municipal en Tijuana, caminó hacia ella y la miró con furia. Sabiendo que no tenía oportunidad contra él: le disparó. El seguía de pie, burlándose, como si las balas no le hubieran perforado el cuerpo “mátate, te toca, mátate conmigo, si no, yo me voy a levantar y vas a valer madre”. Alina le disparó en la cabeza.