El subsecretario de Hacienda Gabriel Yorio, reconoció que las empresas de menor tamaño han encontrado en las “tandas del Bienestar e incluso con sus proveedores” la mejor forma de financiarse desde la crisis sanitaria.
Esto se debe a las altas tasas de interés que cobran las instituciones financieras tradicionales como la banca comercial, así como los variados requisitos que les solicitan.
Según la Encuesta Nacional de Financiamiento (ENAFIN) a las empresas del Instituto de Estadìstica y Geografía (INEGI) sólo dos de cada tres empresas solicitan crédito a la banca comercial y poco menos de la mitad con sus proveedores, de tal manera que la falta de demanda de financiamiento empresarial es una regularidad en Mexico.
“La proporción de empresas que participan en el mercado de crédito muestra rezagos importantes, en particular entre las empresas de menor tamaño. Segundo, el incremento sustancial del rezago entre el 2017n y el 2021 en la proporción de empresas que se financiaron mediante algún programa de gobierno. Estos resultados muestran la relevancia que tuvieron los programas sociales como las tandas del bienestar para el fiannciamiento de las empresas pequeñas (…) durante la crisis económica del COVID 19”, dijo.
Sobre este tema, la secretaria de Economía Graciela Márquez, dijo que lo anterior explica que más de la mitad de las empresas en 2021 reportaron que no habían solicitado financiamiento desde el inicio de sus operaciones; y de las que solicitaron, solo 43 por ciento lo obtuvieron.
En pocas palabras que solo un 53 por ciento reportaron nunca haber solicitado financiamiento de las empresas en México han solicitado financiamiento.
Por otra parte, se dio a conocer que ahora los negocios están usando cada vez más medios de pago digitales. Pese a que el 79 por ciento de las empresas usa efectivo, el 72 por ciento dijo aceptar también los pagos con transferencias electrónicas y un 45 por ciento acepta tarjetas de crédito y débito.
El uso de páginas de internet y aplicaciones móviles para realizar pagos se extendió a 53 por ciento en 2021 contra el 21 por ciento que era en 2018.