Las últimas proyecciones de la CEPAL indican que solo un 22% de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se alcanzarán en 2030, mientras que un 46% de ellas requiere mayor velocidad para ser cumplidas a tiempo y un 32% no lograría realizarse
A seis años del plazo establecido para cumplir la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la CEPAL y la OPS presentaron el documento de política La urgencia de invertir en los sistemas de salud en América Latina y el Caribe para reducir la desigualdad y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en el que señalan que la pandemia de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), junto con la crisis del desarrollo de América Latina y el Caribe, han configurado una situación que amenaza el logro de los ODS en la región.
“Las desigualdades en el acceso a la salud, las brechas en la calidad de la atención recibida y los elevados gastos de bolsillo en que incurre la población no solo dejan en evidencia la urgencia de incrementar el gasto público en salud, de la mano de una gestión eficiente de los recursos, sino que también revelan la necesidad de avanzar en la sostenibilidad financiera de las inversiones para fortalecer la resiliencia de los sistemas de salud”, plantean la CEPAL y la OPS. Para ello, resulta fundamental que los países puedan avanzar en acuerdos sociales que estén acompañados de pactos fiscales sólidos.
Si bien entre 2000 y 2014 el gasto público en salud de América Latina y el Caribe aumentó un 25%, el promedio de dicho gasto fue de un 4,5% del PIB en 2021, porcentaje aún inferior a la meta de al menos el 6,0% del PIB propuesta por la OPS/OMS.
El retroceso en el cumplimiento de los ODS debido a pandemia
Las últimas proyecciones de la CEPAL indican que solo un 22% de las metas de los ODS se alcanzarán en 2030, mientras que un 46% de ellas requiere mayor velocidad para ser cumplidas a tiempo y un 32% no lograría realizarse.
El retroceso en el cumplimiento de los ODS debido a la pandemia y las crisis en cascada “se manifiesta en indicadores clave de salud, como la mortalidad materna, la cobertura de inmunización y otros asociados a la malnutrición y la salud mental”, especifica el documento conjunto.
En la región, la alta desigualdad producto de los determinantes sociales de la salud se refleja, por ejemplo, en que el quintil de menores ingresos presenta una mortalidad materna equivalente a más de siete veces la del quintil de mayores ingresos. Lo mismo ocurre con la mortalidad de niñas y niños menores de 5 años: el grupo con más desventaja en términos de ingresos tiene alrededor de 4,5 veces más riesgo de morir en comparación con el grupo más aventajado económicamente.
Lo anterior se repite en el caso de las enfermedades crónicas no transmisibles: el grupo más desaventajado tiene un riesgo un 46% mayor de morir entre los 30 y los 69 años por estas enfermedades en comparación con el grupo más aventajado.
Atención primaria de salud
Por último, datos de 2019 indican que la tasa de mortalidad atribuida al agua insalubre, el saneamiento deficiente y la falta de higiene es casi seis veces mayor en el quintil de menores ingresos, lo que deja en evidencia el efecto de las condiciones de vida en la salud de las personas.
Tanto la CEPAL como la OPS destacan la relevancia de la estrategia de atención primaria de salud, considerando sus tres componentes —servicios integrados y funciones esenciales de salud pública, acción multisectorial y participación social— como parte de la transformación de los sistemas de salud para reducir las desigualdades y abordar los retrocesos en la implementación de la Agenda 2030. Un enfoque integral e intersectorial que coordine la salud y los demás componentes de la protección social permite abordar los determinantes sociales de la salud.
“Es primordial consolidar sistemas de salud universales, integrales, sostenibles y resilientes que garanticen el acceso y la cobertura universales, brinden atención oportuna y de calidad a toda la población, independientemente de su capacidad de pago, y cuenten con mecanismos de financiamiento solidarios y sostenibles y capacidad de adaptación ante cambios y crisis”, concluye el documento.