A pesar del optimismo del presidente Andrés Manuel López Obrador, lo cierto es que la inseguridad en el país a lo largo de su administración federal no bajó, pues al contrario, se mantuvo al alza.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2019, primer año del gobierno del morenista López Obrador, se reportaron 30.3 millones de delitos, entre los que figuraron casos como fraude, robo en calle o transporte público, extorsión, robo total, amenazas verbales, todo en casa habitación, lesiones, entre otros.
Un año después, en 2020, el reportó bajó a 27.6 millones de delitos registrados, situación que pudo haber sido condicionada por el brote del COVID19.
Sin embargo, en 2021, el dato repuntó a 28.1 millones de casos, pero en 2022 bajó a 26.8 millones de incidentes.
No obstante, hacia el año 2023, el número de delitos escaló a 31.3 millones de casos, lo que representa el mayor reporte en lo que va del agonizante gobierno de López Obrador que en menos de 15 días termina, con lo que es claro que la incidencia delictiva repuntó en su administración.
Por tipo, el delito más frecuente fue fraude, con una tasa de seis mil 962 casos por cada 100 mil habitantes. Siguieron robo o asalto en calle o transporte público, con seis mil 526 incidentes, y extorsión, con cinco mil 213 casos.
En la mayoría de los delitos personales —los que afectan a la persona de manera directa y no colectiva (tales como robo a casa habitación)—, la incidencia delictiva fue mayor en los hombres que en las mujeres.
En cuanto a delitos sexuales, hubo una tasa de incidencia de 4 290 delitos por cada
100 mil mujeres (cifra estadísticamente equivalente a los 3 470 delitos estimados en 2022). Se contabilizaron 9 delitos sexuales cometidos a mujeres por cada delito sexual cometido a hombres.
