Redacción
La reforma al Poder Judicial mexicano que el Congreso aprobó este viernes es la más trascendental desde 1994, aunque la atención se centra en la polémica extensión de la presidencia en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de Arturo Zaldívar, cercano al Gobierno.
Estas son las cinco claves de la reforma judicial de México que busca “combatir con mayor eficacia la corrupción, el nepotismo, la impunidad y el acoso sexual en el Poder Judicial”, según Zaldívar, su principal ideólogo.
La extensión de mandatos
Aunque no era parte original de la reforma, el oficialismo en el Senado introdujo la semana pasada un inesperado artículo transitorio que extiende la presidencia de Zaldívar de 2022 a 2024, cuando concluye el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
La normativa, ratificada por los diputados este viernes, también extiende hasta 2026 los cargos de cinco integrantes del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), órgano presidido por Zaldívar encargado de vigilar a los jueces, quienes han recibido presiones públicas de López Obrador.
El presidente argumentó que solo Zaldívar puede encabezar la “transformación” del Poder Judicial, pese a que el Artículo 97 de la Constitución establece que la presidencia de la SCJN durará cuatro años sin reelección.
El oficialismo en el Senado introdujo la semana pasada un inesperado artículo transitorio que extiende la presidencia de Zaldívar de 2022 a 2024, cuando concluye el sexenio de Amlo.
La reforma al Poder Judicial mexicano que el Congreso aprobó este viernes es la más trascendental desde 1994, aunque la atención se centra en la polémica extensión de la presidencia en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de Arturo Zaldívar, cercano al Gobierno.
Un tribunal “más constitucional”
La reforma presentada por Zaldívar y López Obrador en febrero de 2020 disminuye la carga de trabajo de la Suprema Corte, que ahora solo discutirá recursos de amparo de “aquellos asuntos que entrañen violaciones directas a la Constitución”.
Además, el pleno de la Corte, conformado por 11 ministros, solo elegirá cuestiones que “tengan un interés excepcional” en materia constitucional o de derechos humanos.
“Cambia la naturaleza de la Suprema Corte al hacerla cada vez más un tribunal constitucional, con más facultades para que resuelva casos más importantes o con mayor trascendencia”, explicó a Efe Juan Jesús Garza Onofre, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La atención se centra en la polémica extensión de la presidencia en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de Arturo Zaldívar, cercano al Gobierno
La carrera judicial
Aunque la reforma constitucional se aprobó en diciembre pasado, derivado de ella el Congreso avaló este viernes el dictamen que expide la nueva Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación y la Ley de Carrera Judicial, y reforma otras cinco leyes existentes.
La nueva normativa creará una Escuela Federal de Formación Judicial y una renovación de la carrera judicial en la que habrá concursos de oposición “para todas las categorías”, una medida que busca erradicar el nepotismo y el influyentismo.
Además, se buscará capacitar a los jueces para que tengan un perfil “más cercano”, “capacitado” y “sensible” con evaluaciones obligatorias del CJF para vigilar la corrupción.
Defensoría del pueblo
La ley también establece un servicio de defensoría pública para impulsar un “nuevo perfil” de defensores que sean “verdaderos abogados de los pobres”.
“Antes se les conocía como defensores de oficio, pero esto es muy importante, el que en todos los casos haya abogados, mujeres y hombres que defiendan al débil de los abusos que comete el fuerte”, expuso López Obrador cuando presentó la iniciativa.
Los defensores se capacitarán en la nueva Escuela Judicial, con un esquema integral que busque la paridad de género y con una perspectiva contra el acoso sexual.
Los precedentes
Hasta ahora, la Suprema Corte necesita fallar cinco veces en el mismo sentido para sentar jurisprudencia, un precedente que ha servido para garantizar derechos como el matrimonio igualitario y el consumo personal de marihuana.
Pero la reforma “revoluciona el sistema de jurisprudencia”, por lo que se eliminará la obligación de estos cinco fallos y solo bastará un precedente aprobado por una mayoría calificada de la SCJN.
“Se plantea que este Alto Tribunal avance a un sistema de precedentes en el que todas y cada una de sus sentencias tengan un impacto en la vida pública”, indicó Zaldívar al presentar la reforma.