Ante 321 mil muertos, urge “golpe de timón” en estrategia contra COVID19

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Ante 321 mil muertos, urge “golpe de timón” en estrategia contra COVID19

Redacción

A un año de la declaración de emergencia sanitaria a nivel nacional y las más de 321 mil muertes que ha provocado el COVID19, es claro que la estrategia para enfrentar al coronavirus ha sido “deficiente”, por lo que es urgente aplicar “un golpe de timón”, para evitar que se complique, aún más, la situación, consideró la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX).

Ante ello, el sindicato patronal planteó cinco propuestas a las autoridades mexicanas, con el objetivo de revertir el incremento de contagios y muertes por el coronavirus, pues el hecho de que el número de decesos ya supere en 435 por ciento al escenario catastrófico pronosticado por el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, es evidencia que la estrategia no sido certera.

“El llamado para el Gobierno Federal es a adoptar las 5 recomendaciones que hacemos, a ser autocríticos y reconocer que a un año de la emergencia, la gestión de la pandemia ha sido deficiente y requiere de un golpe de timón”, afirmó.

Por medio de un reporte, la COPARMEX recordó que el 30 de marzo pasado se cumplió un año de que el Gobierno Federal decretó la pandemia de COVID-19 como emergencia sanitaria nacional.

“El panorama luce alarmante, los datos reportados indican la existencia de más de 2.2 millones de casos confirmados y la cifra oficial de 200 mil defunciones que sabíamos imprecisa, ha alcanzado las 321 mil muertes gracias a una actualización del RENAPO. Esto es 62% más de lo reportado y 435% mayor que el escenario catastrófico pronosticado por el encargado para la gestión en salud”, afirmó.

Asimismo, refirió que según los datos reportados por la Universidad de Oxford, en México el 25 por ciento de las pruebas para COVID-19 resultan positivas, una de las tasas más altas del mundo. También mueren 9 de cada 100 personas que se contagian, lo que ubica al país a la cabeza de la tasa de letalidad a nivel mundial, solo superado por Yemen.

Ante ello, recordó que diversos especialistas, entre los que se encuentran 6 ex Secretarios de Salud, ya solicitaron al gobierno mexicano cambiar “de forma urgente” su estrategia ante la pandemia de COVID19, al señalar que las medidas que se han tomado son insuficientes. Diez mandatarios estatales que gobiernan a 40 millones de mexicanos también lo han solicitado.

Vacunación

Al día de hoy, únicamente el 4.8 % de la población se encuentra vacunada y aún falta por atender al 29% del personal de salud en el sector público y al 65% del personal de salud en el sector privado.

El gobierno federal se comprometió a vacunar entre febrero y abril al 100% de los adultos mayores, de 15.7 millones de personas, llevan apenas 4.1 millones.

Es muy importante señalar que el 27% de las muertes en personal de la salud fueron de los profesionales de primer contacto, como Médicos generales y Médicos familiares, a comparación del 7% de médicos de cuidados intensivos, por lo que también se deben considerar que aquellos considerados de no-primera-línea tienen un riesgo de morir por COVID-19 igual o mayor que los de primera línea. El gobierno debe desterrar de su narrativa esa distinción, pues en realidad, todos los médicos son vulnerables.

¿Qué debe cambiar? 5 recomendaciones.

El manejo de la epidemia en México ha sido errático, se ha fallado en varios frentes. fortunadamente la experiencia de varios países nos permiten identificar las siguientes soluciones:

1.Acelerar la vacunación implica masificarla y dispersarla. El sistema de vacunación mexicano era hasta hace un par de años un modelo a seguir a nivel mundial. Debe aprovecharse esa experiencia y ponerse la estrategia de vacunación en manos de expertos, abriendo la colaboración al sector privado y a toda la sociedad.

Estados Unidos, un ejemplo paradigmático, ha logrado vacunar a 130 millones de personas en cuestión de semanas. Se ampliaron los lugares de vacunación, desde farmacias privadas, supermercados, centros de salud comunitarios y centros de vacunación masiva impulsados por la Agencia Federal de Gestión de Emergencias. Apostaron por mecanismos sencillos y ágiles para realizar citas por internet, se tiene georreferenciación para identificar los sitios de vacunación cercanos y la disponibilidad de vacunas. El resultado es que no hay filas, una persona tarda en promedio 15 minutos en ser vacunada y se ha avanzado a un ritmo extraordinario.

2. Estrategia de comunicación eficaz. Se requiere información clara, concisa y creíble, la estrategia de comunicación es un componente vital de un plan de respuesta. Hoy no se sabe qué entidades o municipios serán los próximos en recibir vacunas, se sabe que hay municipios donde no se están aplicando la totalidad de las vacunas por desconocimiento de los sitios donde se lleva a cabo esta acción. La coordinación con los gobiernos estatales ha sido deficiente.

3. Estrategia de Trazabilidad dual: Mientras no se cuente con vacunas suficientes, se debe impulsar con fuerza una estrategia de trazabilidad dual. Por un lado, para efectuar la vigilancia epidemiológica que permita identificar, controlar y evitar que personas enfermas contagien a otros. Esta labor de seguimiento es muy importante para recabar: la fecha que se tomó el examen, el inicio de la cuarentena, cuándo presentó sintomatología y cuándo está de alta el paciente o si presenta síntomas después de 14 días.

4. Pruebas y más pruebas. No hay estrategia de trazabilidad eficaz si no va acompañada de pruebas. Son indispensables para detectar oportunamente los casos. Mientras no se cuente con vacunas, este es el mecanismo más eficaz para romper la cadena de transmisión del virus, como lo ha recomendado la OMS.

5. El personal de salud es primero. Antes de pensar en abrir la vacunación a segmentos poblacionales no por su condición de edad o salud sino por su actividad, se requiere vacunar al 100% al personal de salud. Además, dotarlos del equipo de protección completa. Tenemos que superar el doloroso primer lugar en el número de muertes en el personal de salud por COVID-19 según un informe de Amnistía Internacional con cifras de la Organización Mundial de la Salud.