Por pandemia 60% de las mujeres aplazan examen para detectar VPH

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Por pandemia 60% de las mujeres aplazan examen para detectar VPH

Por Maricela Palacio

La emergencia sanitaria por la COVID-19 ha trastocado todas las actividades cotidianas y provocado que las consultas y estudios médicos se aplacen por el temor a contagiarse. Seis de cada 10 mujeres decidieron en el último año no realizarse el examen para detectar la posible presencia del Virus del Papiloma Humano (VPH) , entre otras alteraciones ginecológicas.

En el marco del Día Internacional de la Concientización sobre el VPH que se conmemora el 4 de marzo, Jorge García, líder Científico en Becton Dickinson de México, dijo que 60 por ciento de las mujeres retrasaron o cancelaron el tamizaje para VPH, lo cual es preocupante porque este virus es precursor de cáncer cervicouterino si no se atiende a tiempo .

La población debe seguir realizándose sus chequeos periódicos, ya que el cáncer cervical no se detiene y  es una enfermedad de alta mortalidad. El VPH es una infección que se transmite de una persona a otra durante el contacto con una zona infectada del cuerpo, incluyendo el sexo vaginal, anal y oral. 

Datos del Observatorio Global del Cáncer (Globocan), señalan que en 2020 en México se registraron más de 9 mil 400 casos nuevos de cáncer de cérvix y más de 4 mil 300 defunciones por esta causa, ubicándose como la segunda neoplasia más común en las mujeres después de la de mama .

“El cáncer cervicouterino es el segundo más frecuente entre las mujeres de 25 a 64 años, pero también es el único 100 por ciento prevenible. Para evitarlo, es importante utilizar métodos de barrera en las relaciones sexuales, vacunarse contra el VPH y someterse de forma periódica a una citología cervical de base líquida (CBL), cuyo objetivo es identificar la presencia del virus y lesiones precancerosas”, agregó el doctor Jorge García.

La citología de base líquida permite el diagnóstico y el tratamiento precoz del VPH. Se realiza en 15 minutos, es indolora y salva vidas. Consiste en la toma de muestra de células de cérvix mediante una espátula o cepillo de muestreo, la cual posteriormente se  coloca en un medio líquido especial,  se centrifuga y finalmente se analiza bajo el microscopio, ofreciendo altos índices de efectividad.