Redacción
La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) realizó un sondeo de los precios del mercado de la venta, renta y recarga de tanques de oxígeno y encontró una especulación sin escrúpulos que atenta de manera “criminal” contra la vida humana al estar triplicando sus precios. Una recarga de oxígeno que en noviembre y diciembre costaba 250 pesos (542 por ciento más caro), ahora lo venden en 690 pesos promedio; un tanque de 680 litros aumentó de dos mil 800 hasta en 18 mil pesos; concentradores de 11 mil pesos ahora cuestan hasta 60 mil pesos.
“Esta especulación inhumana atenta contra la vida de los enfermos y los postran ante la muerte”, afirmó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
“ANPEC demanda la regularización de los precios del mercado de la venta, renta y recarga de tanques de oxígeno, ya que debido a la saturación hospitalaria miles de enfermos con covid-19 están siendo atendidos en sus casas y requieren de oxigenación auxiliar, por lo que, angustiadas las familias, acuden a los negocios que venden y rentan los tanques y concentradores de oxígeno, así como sus recargas, topándose con precios triplicados”, declaró.
Por medio de un reporte, el dirigente de los comerciantes dijo que las principales empresas de oxígeno en México son Infra, Infra del Sur, Praxair y Cryoinfra, son las responsables de la elevación de los precios, ya que, al decir de los comercializadores, son sus proveedores los que han encarecido el producto sin dejar margen de poder aumentarlos más.
Agregó que muchas familias con enfermos de COVID19 en casa se han visto obligadas a vender pertenencias, a pedir prestado y ahondar más su crisis económica familiar, pues no les alcanza para cubrir la compra de oxígeno que sus enfermos necesitan para sobrevivir la enfermedad.
“Hacemos la presente denuncia y exigimos a las autoridades correspondientes poner orden y hacer valer los precios regulares del mercado del oxígeno vigentes antes de esta emergencia sanitaria. Preocupa que lo que ocurre con el oxígeno ocurra también con las vacunas”, dijo.
“Se debe organizar una Jornada Nacional de Vacunación en la que participen la iniciativa privada y los distintos niveles de gobierno, cuidando que se dé en los mejores términos comerciales y de manera eficaz en el sector público. La idea es que quien pueda acceder a la compra de la vacuna en precio justo lo pueda hacer y que quien no esté en condiciones se vacune en el sector público de manera gratuita, como ocurre con la aplicación del resto de las vacunas”, agregó Rivera.