Descarta SAT promover mayores ni nuevos impuestos para 2021

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Redacción

El Servicio de Administración Tributaria (SAT), afirmó que no será necesario ni más ni mayores impuestos el próximo año, pues aseguró que el erario dispone de suficientes recursos para atender las obligaciones del sector púbico, sumando a los esfuerzos en contra de la evasión y elusión que podrían significar dos puntos del Producto Interno Bruto (PIB).

En este sentido, la jefa de la institución, Raquel Buenrostro, informó que las acciones para mejorar los ingresos públicos podrían derivar en recursos adicionales por un monto superior a los 150 mil millones de pesos.

Por ello, la funcionaria descartó la necesidad de recurrir a una reforma fiscal, con lo que se respeta el compromiso asumido por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de no promover la creación de nuevo ni mayores impuestos.

“Para el próximo año nosotros no estamos pensando obviamente en una reforma fiscal porque creemos que no tiene ningún sentido que los contribuyentes que pagan siempre, los contribuyentes cautivos, sean los que paguen el costo de un incremento de impuestos; entonces antes de pensar que los mismos de siempre que pagan impuestos lo primero que tenemos que pensar es que los que no pagan, pues paguen; entonces tenemos que emprender la luchar de buscar a todos aquellos que no han pagado y que nos paguen”, afirmó.

De tal manera, la funcionaria echa a la borda la posibilidad de que prospere la propuesta que en su momento presentó el presidente provisional de MORENA, Alfonso Ramírez Cuéllar, en el sentido de aumentar la carga fiscal a los refrescos, botanas, cigarros y alcohol.

En una pequeña reunión con representantes de medios de comunicación, la Jefa del SAT descartó que el gobierno esté incurriendo en terrorismo fiscal, por lo que pidió tranquilidad a las familias en virtud de que la autoridad tributaria no invadirá sus casas ni tomará fotos de sus bienes, pues aseguró que la propuesta planteada en la miscelánea fiscal va dirigida a las empresas “fantasmas y factureros” que insisten en engañar al fisco y no para personas físicas.