Por Alejandro Durán
El desplome de la economía mexicana por la emergencia sanitaria superó las expectativas de los analistas, pues durante mayo de este año (medida a través del Indicador Global de la Actividad Económica, IGAE), cayó 22.7 por ciento a tasa anual, lo que representó el mayor descalabro desde que se reporta la variable (enero de 1994), y más profundo que la contracción de 20.6 que esperaban los especialistas.
Por lo anterior, argumentan los economistas, hay suficientes elementos para esperar que en los próximos días se anuncie que el Producto Interno Bruto (PIB), habrá reportado una contracción cercana al 20 por ciento en el segundo trimestre del año, con lo que tomará mayor fuerza la posibilidad de que para todo el presente año la economía se desplomará por arriba del 10 por ciento, lo que representará la mayor caída en 88 años.
Cabe mencionar que el efecto de la emergencia sanitaria por el COVID19 vino a complicar, aún más, el panorama económico del país, pues con la contracción de mayo pasado, el IGAE acumuló 13 caídas consecutivas, de acuerdo a cifras ajustadas por estacionalidad (datos a la que se les han eliminado los componentes estacional y feriado móviles. Esta serie permite comparar evoluciones entre períodos sucesivos, libre del efecto de eventos que se repiten con alguna periodicidad en el año).
Jorge Gordillo Arias, director de Análisis Económico de Ci Banco, considera que, con el dato revelado este viernes del IGAE, hay condiciones para esperar que el INEGI informe que la economía se habría contraído cerca al 20 por ciento a tasa anual.
Bajo dicho panorama, analistas de Cibanamex, esperan que el PIB de México caiga 11.2 por ciento, lo que constituirá un mayor desplome a la registrada en el 2009 en el marco de la coyuntura financiera global y a la Crisis del Tequila de 1995.
En su comparación mensual, el IGAE mostró una disminución de (-)2.6% en términos reales en el quinto mes del presente año respecto al mes previo, con cifras desestacionalizadas.
