Otoño llegas, dejas las hojas en el suelo como signo de todo lo que vamos dejando de vez en vez a través del año.
Con tus fríos aires recuerdas que debemos protegernos de nuestras propias frivolidades.
Con tus lunas, únicas e inigualables las de octubre, que siempre despiertan las más necias, pero las más bellas inspiraciones.
En fin otoño, me gusta, me retiene el pensamiento; me dice cuánto ha corrido el año; pero me deja la satisfacción y la convicción de que un ciclo se sigue cumpliendo.
Otoño, es el principio de un ciclo más, de una estación, que viene de paso como todas. Pero que en su trance, nos invita a seguir el viaje en este mundo tan diverso y por suerte tan impredecible y de nosotros dependerá hacerlo inolvidable.