Redacción
En los últimos años, los jugos naturales se han convertido en una opción popular entre quienes buscan llevar un estilo de vida saludable. Asociados con beneficios como la pérdida de peso y la “desintoxicación”, estos jugos se presentan como una solución rápida para ingerir frutas y verduras. Sin embargo, varios estudios científicos y opiniones de expertos indican que el consumo frecuente de jugos, especialmente sin moderación, puede no ser tan beneficioso como se cree.
Uno de los mayores problemas del jugo de frutas es que, al procesarlo, se elimina la fibra, un componente esencial que regula la absorción del azúcar en el cuerpo y favorece la digestión. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los adultos deben consumir al menos 30 gramos de fibra al día para prevenir enfermedades crónicas como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes. Sin embargo, los jugos no contienen suficiente fibra para proporcionar estos beneficios, incluso cuando se trata de jugos de vegetales, que suelen tener menos azúcar que los de frutas.
El profesor John Sievenpiper, del Departamento de Ciencias de la Nutrición de la Universidad de Toronto, explica en su estudio, que los jugos pueden tener un impacto negativo en los niveles de glucosa en sangre, especialmente cuando se consumen en exceso o como parte de una dieta rica en calorías.
Las investigaciones muestran que la rápida absorción de azúcar sin la moderación de la fibra puede provocar picos repentinos en los niveles de glucosa, lo que aumenta la liberación de insulina por parte del páncreas y, a largo plazo, incrementa el riesgo de diabetes tipo 2.
El mito de la desintoxicación
Uno de los conceptos erróneos más extendidos en torno a los jugos es que pueden “desintoxicar” el cuerpo. Sin embargo, el doctor Roger Clemens, de la Universidad del Sur de California, afirma en sus estudios que no hay evidencia científica que respalde esta idea. Los órganos del cuerpo, como el hígado y los riñones, ya están diseñados para eliminar toxinas de manera eficiente, sin necesidad de dietas de jugos. El término “desintoxicación” se refiere, en su uso médico, a la eliminación de sustancias nocivas como drogas o alcohol, no a una limpieza general del organismo a través del consumo de jugos.
La Cleveland Clinic también advierte sobre los riesgos de las llamadas “limpiezas de jugos”, que a menudo se promocionan como formas rápidas de desintoxicar el cuerpo. Según la clínica, estos regímenes pueden tener efectos secundarios como diarrea, náuseas, mareos y fatiga, y no proporcionan la saciedad que ofrecen las frutas enteras. Además, pueden llevar a una ingesta excesiva de calorías debido a la falta de fibra y a una rápida absorción del azúcar.
El riesgo de calorías ocultas
Beber jugos puede resultar en un consumo excesivo de calorías sin que las personas se den cuenta. Al no tener la fibra presente en las frutas enteras, los jugos no generan la misma sensación de saciedad, lo que puede llevar a comer más a lo largo del día. Esto fue señalado por la Cleveland Clinic, que también destacó que las personas que beben jugos no suelen reducir la cantidad de alimentos que consumen en otras comidas, lo que incrementa el riesgo de aumento de peso.
Además, Healthline advierte que, aunque las dietas de jugos pueden generar una pérdida de peso rápida a corto plazo debido a la restricción severa de calorías, estas dietas son insostenibles a largo plazo. Este tipo de restricción puede ralentizar el metabolismo y, con el tiempo, provocar deficiencias nutricionales, ya que los jugos carecen de nutrientes esenciales, como las proteínas y las grasas saludables, que son fundamentales para el equilibrio nutricional.
En un estudio reciente, la profesora Gail Rees, de la Universidad de Plymouth, exploró una tecnología que podría hacer los jugos más saludables: las licuadoras extractoras de nutrientes, que procesan la fruta entera, incluidas las semillas y la cáscara. Este método mostró resultados prometedores al generar menores picos de azúcar en sangre en comparación con los jugos convencionales, lo que podría deberse a la inclusión de más fibra en la bebida.