Redacción
Gigantes tecnológicos como Meta, Google, Snap, Microsoft y Apple han estado invirtiendo en dispositivos portátiles para el cerebro, con el objetivo de incorporar sensores cerebrales en relojes inteligentes, auriculares y ayudas para dormir.
Los sensores son capaces de registrar los latidos cardíacos, la respiración, los pasos y el sueño, y con ellos buscan integrar esta tecnología en la vida cotidiana, lo que podría revolucionar el cuidado de la salud al permitir el diagnóstico temprano y el tratamiento de algunas afecciones, como la depresión, la epilepsia y el deterioro cognitivo.
Utilizando una variedad de tecnologías, como la realidad aumentada (AR, por sus siglas en inglés) y la realidad virtual (VR, por sus siglas en inglés), según el medio de comunicación internacional Scientific American, los sensores cerebrales podrían mejorar la capacidad de meditar, concentrarse e incluso, comunicarse con telepatía tecnológica.
De hecho, los empleadores ya están buscando dichos datos con esa tecnología, rastreando los niveles de fatiga de los trabajadores y ofreciendo programas de bienestar cerebral para mitigar el estrés.
Un ejemplo de esto es que, en China, los conductores de tren de la línea Beijing-Shanghai, la más transitada de su tipo en el mundo, ya están empezando a utilizar sensores cerebrales durante su jornada laboral.
Los gobiernos también están buscando acceso al cerebro humano, como parte de una iniciativa de EE. UU. que busca entender “cada pico de cada neurona en el cerebro humano”, con el objetivo de revelar cómo las neuronas producen pensamientos complejos.
Según el medio mencionado, esta iniciativa podría ayudar a abordar las causas subyacentes de afecciones neurológicas y psiquiátricas, pero también advierte que la misma inversión podría permitir que el gobierno interfiera con la libertad de pensamiento.
Además, las campañas de neuromarketing, como la realizada por Frito-Lay, han utilizado conocimientos sobre cómo el cerebro de las mujeres puede afectar las decisiones sobre los refrigerios.
Esta tecnología también monitorea la actividad cerebral mientras las personas ven anuncios recién diseñados, lo que les permite ajustar sus campañas para captar mejor la atención e impulsar a las mujeres a comer más de sus productos.
Inteligencia artificial
De hecho, esta tecnología también está desempeñando un papel importante en el campo de descargar tareas mentales a la IA.
Sin embargo, existe un riesgo de volverse dependiente de esta tecnología, lo que podría debilitar el pensamiento independiente e incluso, la capacidad para la toma de decisiones reflexivas.
Según Scientific American, a medida que avanzan los dispositivos portátiles para el cerebro y las inteligencias artificiales, la línea entre la agencia humana y la intervención de las máquinas también se desdibujará.
Un ejemplo de esto es el uso del ChatGPT, en el que el modelo de lenguaje puede analizar grandes conjuntos de datos y generar resúmenes y visualizaciones útiles que pueden ayudar a los ingenieros de datos a comprender y comunicar los resultados de sus análisis de manera más efectiva.
Además, el modelo puede ser utilizado para generar texto coherente y natural, ya sea en forma de historias, artículos o respuestas a preguntas.
Seguridad de la tecnología
Advierten que el uso malicioso de dispositivos portátiles en el cerebro es otra amenaza, ya que esta tecnología permite desde buscar información hasta interceptar números PIN a medida que se piensan o se escriben, por lo que aseguran que la ciberseguridad neuronal será también un paso importante, pues las empresas tendrán que vigilar que los dispositivos portátiles para el cerebro están diseñados teniendo en cuenta la seguridad y sean capaces de mitigar los riesgos