Cuando los legisladores de Perú se disponían a votar un nuevo pedido de destitución presidencial, el presidente de ese país, Pedro Castillo disolvió el Congreso e instaló un gobierno de emergencia.
En un mensaje televisado a la nación, el mandatario dijo que se convocará a la mayor brevedad a elecciones para un nuevo Congreso con facultades constituyentes, que deberá elaborar una nueva carta magna en un plazo de nueve meses.
En tanto, se gobernará mediante decretos de ley y habrá toque de queda a partir de las 22 horas -hora local- hasta las cuatro de la mañana.