Redacción
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de Madrid han creado un perro-robot dotado de un sofisticado sistema de inteligencia artificial capaz de guiar a personas dependientes o con alguna discapacidad.
Entre sus múltiples prestaciones destaca su capacidad de distinguir de forma inequívoca entre un objeto y una persona, gracias a su sistema de aprendizaje automático y a la cámara que lleva incorporada en la cabeza, y al estar conectado a Google, el robot puede conocer en tiempo real la situación del tráfico y comunicarla a su dueño o a otras personas mediante voz.
Aunque su aspecto metálico y sus movimientos bruscos y milimetrados lo alejan de parecer un animal, sus creadores sí se inspiraron en los perros guía cuando comenzaron a pensar en las posibilidades del robot, bautizado como “Tefi”, que responde a las siglas del Instituto de Tecnologías Físicas y de la Información (ITEFI) del CSIC donde ha sido diseñado.
El CSIC ha informado hoy de que el robot cuenta con un sistema de GPS para la navegación en exteriores y aprovecha herramientas como Google Maps para guiar hasta distintos lugares, como tiendas, restaurantes y hospitales.
Asimismo, los investigadores han implementado algoritmos de visión artificial que ayudan a su navegación y a la identificación de determinados objetos, como señales de tráfico, semáforos, calles, personas, sillas, mesas, ordenadores o información de códigos QR.
Aparte de su utilidad en guiar a invidentes, sus creadores han subrayado su potencial a la hora de asistir a personas mayores con demencia o a enfermos de alzheimer.
“Además de avisar a su dueño de la hora a la que tiene una cita médica, Tefi es capaz de guiarle directamente hasta la consulta sirviéndose únicamente de un plano del edificio que puede obtener si éste es accesible; y gracias a su conexión a la red de telefonía móvil, el robot puede también solicitar un taxi para que el paciente no tenga que preocuparse por casi nada”, ha explica el investigador Gerardo Portilla, estudiante de doctorado en Robótica y “padre” de este perro robótico.
Su forma cuadrúpeda lo convierte en adecuado para moverse en cualquier entorno, incluso en escaleras, y es capaz de dar una voltereta hacia atrás.
El investigador ha explicado que el “perro” es muy robusto y dinámico en entornos accidentados y mucho más económico que un perro guía; y que ya se ha desarrollado la conducción automática para el guiado, así como la inteligencia artificial necesaria para la detección de objetos, personas y señalización.
El robot puede comunicarse por voz con la persona para realizar las tareas que se soliciten y puede además contar lo que ve a través de su cámara y la información que recibe de internet.
Hasta ahora los investigadores han llevado a cabo distintas pruebas de navegación en los interiores del Instituto y han comprobado que el robot es capaz de guiar al usuario a distintas zonas del edificio con comandos de voz, y los científicos esperan empezar a probar pronto cómo se orienta Tefi en el exterior, donde el ambiente es más dinámico.
“La aplicación que tiene este robot es sobre todo social, y eso es lo que lo diferencia del perro de la compañía estadounidense Boston Dynamics, que fue pensado con fines industriale; obviamente no sustituirá nunca a un animal, que aporta compañía y cariño, pero el abanico de posibilidades y aplicaciones es bastante amplio”, ha manifestado Francisco Montero de Espinosa, investigador del CSIC en el mismo centro.
Aunque el diseño de Tefi es todavía preliminar, los investigadores esperan poder instalar en un corto plazo de tiempo sensores que puedan detectar signos de alerta, como una presión arterial elevada o la presencia de agentes químicos volátiles en una vivienda.