Redacción
Este 11 de agosto se cumplió un año más desde que México obtuvo su primera medalla de oro en la historia de los Juegos Olímpicos. En aquel encuentro, el jugador más destacado del Tricolor fue Oribe Peralta, quien anotó los dos goles que dieron ventaja a su equipo. El segundo de ellos es el más recordado por haber sido el de la victoria, aunque también por la épica narración de Christian Martinoli. Diez años después, ambos personajes se llenaron de elogios mutuos por su papel.
Martinoli fue uno de los primeros personajes en recordar el gol que le dio el oro a México la mañana de este jueves 11 de agosto. Por medio de su cuenta verificada de Twitter, el cronista de Azteca Deportes escribió: “Oribe Peralta, no te mueras nunca”. Sus palabras no pasaron inadvertidas, pues el exjugador de las Águilas del América respondió en la misma red social.
“Tu estilo único y pasión lo convirtieron en un momento aún más especial clavado en la memoria de todo México. ¡Que nos entierren juntos!”, fue el mensaje que el exdelantero difundió en su perfil verificado @OribePeralta. Cabe mencionar que en su texto recordó una de las frases pronunciadas por Martinoli durante su intervención.
La cancha del Wembley Stadium atestiguó uno de los mejores papeles de la Selección Mexicana contra una de las mejores selecciones del mundo. Contrario a todo pronóstico, los mexicanos fueron los primeros en abrir el marcador, aunque también se convirtieron en el combinado con la anotación más temprana en la historia del torneo en los Juegos Olímpicos. El encargado fue Peralta.
Con apenas 27 segundos en el cronómetro, los delanteros aztecas ejercieron presión sobre la zaga brasileña y Javier Aquino pudo recuperar la esférica en los tres cuartos de la cancha rival. En ese lugar, Oribe tomó la posesión y condujo por algunos metros hasta situarse en los linderos de la media luna. En ese lugar, antes de que los defensas lo despojaran, disparó y clavó la pelota en el primer poste del arco.
La anotación sembró esperanza e inspiración en los dirigidos por Luis Fernando Tena, por lo que no cesaron en su intento por mantener la posesión de la pelota y crear nuevas ocasiones de peligro. Brasil fue insistente en su labor por emparejar las acciones, pero el equipo mexicano pudo soportar los embates y conseguir la anotación de la ventaja definitiva antes de ver su arco caer.
Tras dos intentos fallidos de Marco Fabián por acrecentar la ventaja, se convirtió en el asistente del épico gol. En el minuto 74, envió un centro de tiro libre hacia el corazón del área. En ese lugar, Peralta se pudo desmarcar y saltar para rematar con la cabeza el servicio. Su intento fue tan preciso que dejó sin oportunidad de atajar a Gabriel y se convirtió en el segundo tanto del encuentro.
“Viene el centro, remate de Oribe ¡gol! ¡Gol de oro, gol de oro, gol de Oribe! ¡Gol de México! Oribe, no te mueras nunca, Oribe. Te amo, Peralta. Te amo, Peralta. Doy todo por ti, Peralta. Tú eres el héroe de la película, yo te amo, Peralta. Doctor García, vamos a morir con Oribe. Que nos entierren juntos, Oribe. Por el amor de Deus, el carnaval es mexicano. ¿Dónde están los tamborcitos? ¿Dónde están las garotas?”, pronunció Martinoli al narrar el gol.
En los últimos suspiros del partido, Hulk pudo acercar a Brasil, pero no fue suficiente para superar la histórica participación de México y Oribe Peralta. Segundos después, el juez central decretó el final del encuentro y el Tricolor obtuvo uno de los reconocimientos más importantes en la historia junto con los campeonatos de la Copa del Mundo Sub-17 en 2005 y 2011.