*Existe la venta tanto de “originales” como “clones” en plena vía pública.
Redacción
La falta de regulación para importar y vender vaporizadores en México ha disparado la presencia de productos en el “mercado negro”, lo que constituye un grave riesgo para la sociedad, en virtud de que se desconoce el origen y calidad de los productos, así como por la extrema facilidad para que puedan ser adquiridos por menores de edad, alertó la organización México y el Mundo Vapeando.
En este sentido, el dirigente de la organización, Juan José Cirión Lee, advirtió que la prohibición que rige sobre dichos dispositivos generó sensibles flagelos para la sociedad mexicana, como el hecho de que miles de personas que utilizan vaporizadores para abandonar el consumo de tabaco se vean orillados a buscar en la informalidad dichos instrumentos, con el alto riesgo que conlleva, como el hecho de que ni los líquidos ni los aparatos pasen exámenes de calidad y seguridad.
Por ello, el también especialista en Derecho enfatizó la urgencia de echar abajo el decreto presidencial de febrero de 2020 que prohibió la importación de vaporizadores en México, pues contrario al objetivo del presidente Andrés Manuel López Obrador de lograr beneficios para el país, lo cierto es que ha detonado severos problemas y se han perdido oportunidades en materia fiscal, económica, combate al tabaquismo, entre otros aspectos. así como el respeto al derecho fundamental del libre desarrollo de la personalidad de los usuarios de estas tecnologías.
La venta de estos productos de origen dudoso ocurre sin mayor regulación ni vigilancia en varias partes del país, como el caso de la Ciudad de México, en donde comerciantes ambulantes, también conocidos como charoleros, postrados en calles principales venden cigarros electrónicos a un costo que va desde los 100 pesos, por lo que resultan muy accesibles para menores de edad.
De igual manera, se ha identificado la presencia de máquinas expendedoras de cigarros electrónicos en varios puntos de la capital mexicana, particularmente en plazas comerciales, en donde es posible adquirir dispositivos y sustancias para vapear, tal y como si se compraran botanas, refrescos o golosinas.
En el caso particular de la Ciudad de México, es común la presencia de comerciantes informales de estos productos en colonias como Condesa, Polanco, Roma, Bosques de Las Lomas, entre otros, particularmente en zonas con alta presencia de jóvenes y adolescentes.
Cabe mencionar que entre la oferta de estos productos existen tanto “originales” como de tipo “clon”, por lo que es posible que un consumidor (ya sea adulto o menor de edad), pueda consumir, sin saber, un producto “pirata” que le puede implicar graves riesgos para su integridad.
Por lo anterior, Juan José Cirión Lee lamentó que, contrario a la tendencia internacional, las autoridades mexicanas continúen operando bajo dogmas que resultan negativos para la sociedad, pues afirmó que la prohibición de los vaporizadores provoca dos consecuencias directas: La detonación de mercado negro con sus respectivos riesgos y, por otro lado, obstruye la lucha que mantienen miles de mexicanos que desean abandonar el consumo de tabaco, enfermedad que provoca, al menos, la muerte de 60 mil mexicanos cada año.
“Es claro que, lamentablemente, el mercado negro se ha constituido en un importante canal de distribución de los vaporizadores, representando un serio obstáculo para quienes desean superar el vicio del tabaquismo, pues recordemos que varios estudios científicos han demostrado que estos dispositivos sirven para abandonar el consumo de tabaco y por ello, en varios países, como el Reino Unido, Nueva Zelanda y Francia, sus autoridades los han incorporado en sus políticas públicas contra el tabaquismo”, comentó.
Un reciente estudio de la Universidad de Georgetown, en Estados Unidos, publicado en la revista Population Health Metric de BMC, concluyó que el uso de productos de vapor de nicotina de impacto reducido podría evitar en la Unión Americana 1.8 millones de muertes prematuras atribuibles al tabaquismo (1.3 millones de hombres y 0.5 de mujeres).
El estudio aclara que los grandes beneficios para la salud pública se veían asociados a los bajos riesgos de muerte vinculados a los productos de vapeo con nicotina: Cinco por ciento en comparación con el tabaco.
Por lo anterior, el presidente de México y el Mundo Vapeando anunció que seguirá la batalla legal a favor de regular los vaporizadores, bajo la realidad de que constituyen una herramienta comprobada para combatir el tabaquismo y, además, en función al respeto al derecho humano del libre desarrollo de la personalidad.
México y el Mundo Vapeando es un grupo de entusiastas del vapeo con la única misión de defender el derecho a elegir un método de reducción de daños en el país. Sus colaboradores tienen la firme convicción de una regulación justa para combatir el terrible hábito del tabaco, teniendo como base la ciencia y el libre derecho de expresión.