- La obra es un paisaje aéreo de la marina de Acapulco, la famosa playa del sur de México.
La obra “Vista de la bahía de puerto Marqués”, una “singular” pintura del muralista mexicano David Alfaro Siqueiros, encabeza la Subasta de Arte Latinoamericano que celebrará Casa Morton el próximo jueves.
La casa de subastas detalló este lunes que la obra de Siqueiros, de 1956, está valorada en entre 4.2 y 6 millones de pesos (174,000-247,000 euros).
“Desde 1946 el género paisajístico comenzó a ser un tema recurrente en la producción de Siqueiros. Sus viajes alrededor del mundo, así como la temática del exilio que vivió en la Sierra Chiapaneca (sureste mexicano) y su posterior huida a Sudamérica influyeron en su obra”, expuso la firma en un comunicado.
Siqueiros (1896-1974) es considerado uno de los tres grandes exponentes del muralismo mexicano junto a Diego Rivera y José Clemente Orozco.
Casa Morton argumentó que esta es una “obra con singular valor artístico que significa un testimonio del trabajo de uno de los artistas más importantes de México”.
En contraste con sus emblemáticos murales, esta es una obra elaborada en piroxilina sobre tela sobre masonite y mide 55.3 centímetros de ancho por 75.5 centímetros de largo.
La pintura es un paisaje aéreo de la marina de Acapulco, la famosa playa del sur de México.
“Plasmó no solo vistas que reflejan características geográficas, sino que se ve también el uso de la perspectiva, composición y textura”, detalló la casa de subastas.
Morton también “pondrá en plataforma obras importantes” de la colección del escritor, cineasta e intelectual Miguel Barbachano, conocido por ser pionero de la literatura LGBT en México y del cine independiente.
También es recordado por el documental sobre la vida del torero Luis Procuna, nominado al Óscar, detalló Morton.
“La colección Barbachano Osorio es un reflejo de la creación plástica mexicana y Morton Subastas se complace en presentar piezas emblemáticas de la misma. Se destacan obras de autores como Fernando García Ponce, Francisco Corzas y obra temprana del artista Vicente Rojo”, explicó.
El 10 de agosto de 1960 se pudo leer en el periódico: “Fue detenido David Alfaro Siqueiros, se le llevó ante el Jefe de la Policía Metropolitana”. Se le acusó de disolución social al ser un activista en esa época.
Su ideología política (comunista y anti sistémica) fue plasmada en sus murales, esto lo llevó a pisar la cárcel de Lecumberri en seis ocasiones. La primera fue en una protesta con motivo del 1° de mayo de 1930 que lo llevó a prisión durante casi un año.
El Palacio negro de Lecumberri tiene una historia fuerte detrás, misma que narra cómo su arquitectura carcelaria panóptica fue pensada de modo tal, que los pasillos culminaran en un punto y con una sola torre de vigilancia central, en la cual, se podía ver los movimientos de cada interno, lo cual les generaba una fuerte presión psicológica en la que era nula la privacidad. Nadie sabía en qué momento estaba siendo observado.
Al inicio de la década de 1960, el muralista miembro del Partido Comunista Mexicano, fue aprehendido y acusado de disolución social, debido a que era el presidente del Comité de Presos Políticos y la Defensa de Libertades Democráticas. Se le condenó a ocho años de confinamiento, nuevamente en Lecumberri, sin embargo, sólo estuvo cuatro.
También, se le acusó de haber intentado asesinar a Trotski, quien era el principal opositor de Stalin en la Unión Soviética. El gobierno ya lo tenía en la mira, hasta finalmente fue el ex presidente Adolfo López Mateos quien logró encerrarlo en el Palacio de Lecumberri en la celda 40 de la crujía 1.