Redacción
México enfrenta un espiral inflacionario que ha llevado a los precios de productos y servicios (sobre todo de alimentos), a registrar alzar por arribad del 50 por ciento, como el caso del jitomate, chile, limón, tomate y naranja.
Y lo anterior, porque la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) reportó la variación de precios de los productos de la canasta básica que arrojó el sondeo de mercado del 15 abril al 15 de mayo en las entidades federativas como Estado de México, Tlaxcala, Guanajuato, Querétaro, Tabasco, Nuevo León, Jalisco, e Hidalgo, detectando los siguientes incrementos: Jitomate (86.67 por ciento); Chile (72); Limón (57.89); Tomate (57.14); Naranja (50); Aguacate (34.62); Cebolla (30); Papa (25), Tortilla (25); Frijol (14.29); Huevo (5.56 por ciento), entre otros.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC, afirma que el golpe de calor económico de la inflación que a nivel nacional es del 12.43 por ciento (inflación no subyacente) se resiente con mayor fuerza en algunas entidades que en otras, donde la inflación está causando más estragos a la economía familiar es en Nuevo León (4.66 por ciento), Guanajuato (5.28), Tlaxcala (5.79), Estado de México (4.39) y Tabasco (4.52 por ciento).
“Esta huella alcista de precios evidencia el golpe al poder adquisitivo de los consumidores, fenómeno que a decir del gobierno será controlado en los próximos meses, a más tardar septiembre”, afirmó.
Las autoridades han dejado entrever con esta postura que para ellas este es un problema transitorio, coyuntural y manejable; en otras palabras, están relativizando el impacto de la inflación en la economía popular.
“Esta postura gubernamental agrava más la situación, para todo fin práctico están optando por dejar que sean las fuerzas del mercado las que ajusten los precios. Más allá de la narrativa gubernamental y sus floridos adjetivos nos debe llamar la atención la frivolidad con la que están manejando esta situación”, agregó el empresario.
El dirigente de la ANPEC advirtió que muchos hogares están saliendo adelante gracias a las remesas que les envía su gente de los Estados Unidos, mismas que ascienden a 836 mil 640 millones de pesos anuales, 70 mil millones de pesos mensuales, que equivale a recibir entre 7 y 14 mil pesos cada mes. Vergonzoso que el gobierno festejé esto como un logro, siendo este el monumento más grande que puede haber al fracaso de la economía nacional.
“Pareciera que el reto de la autoridad es lograr despresurizar la presión económica de los hogares con palabras huecas, con pura saliva; sin embargo, la zozobra y angustia cotidiana que viven las amas de casa en su lucha por garantizar la alimentación de sus familias marcan las vidas de miles de mexicanos, de carne y hueso, cuya estabilidad familiar se pone en jaque debido a roces y conflictos domésticos que provoca la falta de alimentos”, agregó Rivera.
Todo apretón de cinturón genera dolor. La inflación está golpeando la zona hepática del consumo familiar, encareciendo los precios de los productos básicos, adelgazando la calidad de su alimentación. Esta afectación tiene nombre y apellido, tiene rostro, no es una mera estadística.
Por ello, afirmó que la ANPEC insiste en la necesidad de poner en marcha políticas públicas eficaces que amainen los efectos de la inflación en la población más vulnerable. La inflación es dolorosa así se viva un día; lamentablemente el factor estacional de la sequía, el incremento de los energéticos, la lenta reactivación económica, la amenaza pandémica aún vigente, la caída del poder adquisitivo constituyen un coctel amargo que nos indica que la inflación seguirá elevándose durante el 2021 al menos.