Por Francisco Romero
Tras reconocer finalmente que su movimiento político autodefinido como la Cuarta Transformación perdió la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, anunció que para tener tal respaldo en el Congreso de la Unión podría llegar a acuerdos con lo que él llama la “mafia del poder”, ósea con el PRI.
Y lo anterior, porque en el marco de su conferencia de prensa matutina de este martes, el mandatario afirmó que tras las elecciones del domingo, no requiere de muchos diputados para que él concrete reformas constitucionales.
“Si se quisiera tener mayoría calificada, se podría lograr un acuerdo con legisladores del PRI o de cualquier otro partido, pero no se necesitan muchos para la reforma constitucional”, afirmó.
Y lo que sucede es que, tras las resultados que arrojaron los comicios del pasado domingo, Morena y sus aliados (el Partido del Trabajo y el Partido Verde), alcanzarían 279 curules, con lo que lograrían la mayoría absoluta (mínimo de 251 diputados).
Sin embargo, a diferencia de la legislatura que está por terminar, el partido del presidente y sus aliados no alcanzarían la mayoría calificada, pues tomando en consideración la estimación más alta lograrían 298, insuficientes para los 334 diputados que se requieren.
Por ello, sin reparo y sin discreción alguna, López Obrador anunció que si desea concretar alguna reforma constitucional (como desparecer el Instituto Nacional), se apoyaría en otra fuerza política como el Partido Revolucionario Institucional (PRI), al que perteneció por allá en la década de los 80.
Y así como ocurrió ayer y en lugar de retomar sus actividades, López Obrador dio una explicación detallada de cuáles fueron los resultados de los comicios.