Redacción
Según datos del INEGI, las enfermedades del corazón, la diabetes, los tumores malignos (cáncer), las enfermedades cerebrovasculares y las enfermedades pulmonares obstructivas crónicas son las cinco primeras causas de muerte en la población femenina en México.
Hablando en concreto del cáncer, las estadísticas muestran que las mujeres son quienes más lo padecen: por cada hombre con cáncer de mama, 100 mujeres sufren este padecimiento, convirtiéndolo en la primera causa de muerte en mujeres mexicanas mayores de 25 años. Mientras tanto, el cáncer cervicouterino representa la primera causa de muerte en mujeres de 30 a 59 años, y la segunda en mujeres mexicanas de entre 15 y 29 años. En resumen, cada dos horas una mujer muere a causa de esta enfermedad.
Los números son fríos y suenan lejanos, pero se hacen mucho más evidentes cuando en una conversación llega la mala noticia de que una amiga, familiar, vecina o compañera de trabajo ha sido diagnosticada con esta enfermedad. En la última década ha habido un alza del 23% en el número de decesos en mujeres por cáncer.
Si a esto le sumamos que el sistema de salud en México es realmente precario (la OCDE estima que en todo el sistema de salud mexicano se registran apenas 0.8 médicos generales por cada mil personas) y existe un desabasto de medicamentos que se recrudeció con la llegada de la pandemia, el escenario de salud pública no es prometedor, sobre todo para las mujeres mexicanas.
Aunque es difícil saber las pérdidas económicas exactas por pagos de tratamiento a nivel privado, la misma OCDE señala que México es el tercer país en el mundo con mayor gasto de bolsillo en servicios de salud: más del 40% del gasto total en salud proviene directamente de los ingresos de las personas. Entonces las familias, además de hacer frente a los gastos médicos, encaran el estrés físico, mental y emocional que representa atender a un enfermo.
Ante esta realidad, los seguros de gastos médicos representan una alternativa para aliviar gastos y tener una mayor tranquilidad frente a estas situaciones. Aunque una persona ya cuente con seguro público o un seguro de gastos médicos mayores, puede contratar un plan privado que los complemente para recuperar sus finanzas en un menor tiempo, y tener la tranquilidad de estar cubierto frente a una enfermedad o accidente.
Esto es algo de lo que propone la startup Mango Life: ofrecer un seguro que se ajuste a diversos presupuestos para personas que no siempre cuentan con seguro público o acceso a un seguro de gastos médicos mayores. La contratación es 100% en línea para hacer el proceso fácil, seguro, y sin burocracia de por medio.
Así, su propuesta de seguro de gastos médicos por enfermedad grave (Seguro de Bienestar), te indemniza con una suma específica en caso de hospitalización o si te dictaminan invalidez permanente; también por enfermedad como cáncer brinda hasta 250 mil pesos, monto que cubre buena parte del tratamiento de quimioterapia, por ejemplo.
Además, cubre otras 5 enfermedades graves como: infarto al miocardio, insuficiencia renal crónica, trasplante de órganos, accidente vascular cerebral y bypass coronario. Con ventajas como pagar el mismo precio siempre, sin plazos de contratación forzosos, sin estar limitado a una red hospitalaria (recibes atención médica en cualquier hospital) y con la opción de poder contratar sin necesidad de examen médico. Está disponible para mujeres y hombres en edades de 18 a 64 años y no se paga deducible.
Con opciones como estas en el mercado, es posible romper el círculo vicioso entre enfermedad y sistema de salud pública insuficiente, y ver a la salud como una inversión. Además, en México no existe un plan de salud pública enfocado en medicina preventiva y mecanismos que promuevan la prevención y el control de padecimientos, por lo que es de suma importancia contar con un seguro de salud que apoye la economía familiar y dé seguridad frente a cualquier situación de crisis global como la que se vive actualmente.
