Redacción
Pese a la pandemia y la crisis económica derivada del Covid-19, las empresas familiares mexicanas manifiestan tener mejoras y confianza en salir adelante, de acuerdo con el estudio “Nivel de progreso de las Empresas Familiares para lograr su continuidad y armonía”, cuya actualización fue presentada por el Centro de Investigación para Familias de Empresarios, CIFEM–BBVA del IPADE Business School.
El informe estadístico 2020 muestra que para 69 por ciento de las empresas familiares sus ventas han mejorado en los últimos tres años; para un 70 por ciento, su patrimonio ha crecido en los últimos tres años. Y, de la mano con el indicador anterior, también el patrimonio familiar se ha visto acrecentado. Mientras que 82 por ciento de los encuestados manifiesta tener confianza de que la familia empresaria logrará salir adelante.
“Es notable que a pesar de que en los últimos tres años hemos vivido una situación de inestabilidad que ha ido al alza, los resultados de las empresas familiares participantes son positivos”, destacó Ricardo Aparicio Castillo, director del Centro de Investigación para Familias de Empresarios, CIFEM-BBVA del IPADE Business School, durante la presentación.
El estudio revela que, en las circunstancias adversas recientes, la unión de la familia ha sido un factor de impulso para enfrentar los desafíos; así lo considera 76 por ciento de los encuestados. También, 72 por ciento manifiesta que la adversidad que se vive en el entorno ha sido factor para unir cohesionar a la familia.
En ese sentido, Alfonso Bolio Arciniega, Profesor decano de las áreas de Factor Humano y Empresa-Familia del IPADE, consideró que “el apoyo y dedicación decidido de una familia empresaria, comprometida con su empresa, es un factor que les ayuda a tener éxito en estos momentos, a sortear las dificultades y contribuye a aumentar las posibilidades de sobrevivencia. Por ello es fundamental asegurar una sinergia positiva del binomio negocio-familia.”
Con respecto a la adecuada institucionalización, profesionalización y desarrollo del buen gobierno en la empresa familiar, 21 por ciento de las organizaciones presentan un nivel adecuado de progreso. Sin embargo, más de la mitad (55 por ciento) tienen temas pendientes de resolver y 24 por ciento está en un riesgo serio de no subsistir, debido a la acumulación de malas prácticas.
“Del 55 por ciento que necesitan trabajar, 20 por ciento puede caer en la zona de riesgo, es decir que el 24 reportado puede crecer a un 44 por ciento con el tiempo, y 15 por ciento está en vías de alcanzar la zona con un nivel adecuado de desarrollo. En este sentido, hay un 64 por ciento de familias que están a tiempo de revertir la tendencia en su contra”, detalló Aparicio. Al respecto, Mauricio Pallares Coello, director de Marketing de BBVA México,
El especialista comentó que para la institución financiera las empresas familiares y las pymes serán una pieza clave en la recuperación económica y del empleo en México.
“Hoy más que nunca es fundamental entender las necesidades de las empresas familiares, ayudarles en su transición generacional y brindarles las herramientas y orientación necesarias para institucionalizarlas y profesionalizarlas con el objetivo de convertirlas en un potente motor que impulse a México”, apuntó.
Por último, otra área de oportunidad que presentan las organizaciones familiares mexicanas, es que las mujeres siguen ocupando un porcentaje bajo en las posiciones de liderazgo en las empresas familiares, ya que sólo 18 por ciento se les ve como Líder de la Empresa Familiar.
Con relación a los porcentajes de aquellos que se consideran líderes y ocupan la posición de Dirección General, el porcentaje de mujeres en esa doble dimensión es todavía menor: 13 por ciento. En una empresa familiar, quien está en la posición máxima de la empresa, no necesariamente se le ve como líder, ya que está implicada la propiedad, desde donde también se puede ejercer un gran liderazgo sobre la empresa y la familia.
El Estudio “Nivel de progreso de las Empresas Familiares para lograr su continuidad y armonía 2020” se realizó para conocer el estado actual que guardan en nuestro país con el cometido de orientarlas sobre los principales temas que deben abordar y resolver. Se aplicó entre el 15 de julio y el 10 de diciembre de 2020. La muestra incluye a 430 miembros de empresas familiares, 29 por ciento de los encuestados pertenece a la segunda generación; 32 por ciento es el fundador o fundadora; 21 por ciento pertenece a la primera generación; 8 por ciento a la tercera; 9 por ciento no es miembro de la familia y sólo 1 por ciento es de la cuarta generación o posteriores familiares
El informe confirma que la sucesión y la institucionalización siguen siendo las grandes tareas pendientes en las empresas familiares. Prácticamente, la mitad (48 por ciento) no tiene definido sus procesos sucesorios. Solo un 7 por ciento lo tiene claro. Asimismo, el Gobierno Corporativo está muy poco desarrollado, ya que es inexistente en un 60 por ciento de las empresas familiares. Solo un 10 por ciento lo tiene claro y funcionando, de acuerdo a las recomendaciones de mejores prácticas corporativas.