Por Alejandro Durán
Derivado de presiones en los costos de los energéticos principalmente, “la cuesta de enero” llegó a febrero, pues los precios al consumidor aumentaron 0.23 por ciento en la primera quincena del presente mes, lo que representó el mayor incremento para un periodo similar desde el año 2017, cuando avanzaron 0.33 por ciento.
De tal manera, conforme a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), durante la primera mitad del presente mes, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), registró un incremento a tasa anual de 3.84 por ciento, lo que representó la tasa más elevada desde la segunda quincena de octubre del 2020.
Ante dicho escenario, Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base, explicó que el incremento que reportaron los precios al consumidor durante la primera mitad de febrero obedeció principalmente a la presión que generaron los costos de los energético a nivel internacional, en particular por la nevada atípica en Texas que presionó el mercado de gas natural y licuado de petróleo.
No obstante, la especialista advirtió que los precios al consumidor mantendrán una tendencia alcista durante las próximas semanas, por lo que la llamada “cuesta de enero” podría alargarse hasta abril.
“Para febrero, se espera que la inflación se ubique cerca de 3.90 por ciento, presionada por el alza en los precios internacionales de referencia del gas LP durante la segunda mitad del mes, como consecuencia de las fuertes heladas que golpearon al estado de Texas, principal proveedor de gas del país”, comentó.
“La tormenta invernal -agregó–, ocasionó un choque de oferta, luego se frenó la producción y distribución de energéticos en Texas, así como un choque en la demanda como reflejo de las bajas temperaturas. Sin embargo, se espera que sea en abril cuando la inflación alcance el pico del año debido a un efecto aritmético”.
En este sentido, durante la primera quincena de febrero el costo del gas doméstico LP registró un incremento de 1.09 por ciento, mientras que el costo de las gasolinas de bajo y alto octanaje repuntaron 1.96 y 1.87 por ciento, respectivamente. Por su parte, el plátano subió 6.43 en tanto que la papa aumentó 4.77 y el pollo 1.19 por ciento.
En contraparte, entre los productos cuyos precios mostraron tendencia hacia la baja destacaron el jitomate (-20.08 por ciento); cebolla (-9.20); chile poblano (-8.98); aguacate (-5.24); nopales (-6.07), y melón (-5.28 por ciento).
Cabe mencionar que aun y con las presiones que ha mostrado el INPC, el indicador se mantiene aún dentro del rango objetivo planteado por el Banco de México (BANXICO), de entre dos y cuatro por ciento a tasa anual.